La Conferencia Política de Acción Conservadora, en la que la intervención de Donald Trump es la principal atracción, se celebra en Washington con la participación de líderes internacionales de la extrema derecha.
Santiago Abascal compartirá escenario esta semana con Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele en la Conferencia Política de Acción Conservadora estadounidense (CPAC, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta el sábado en las afueras de Washington. La presencia del expresidente norteamericano, y previsible candidato republicano a las elecciones de noviembre, es la principal atracción de este evento.
Con la invitación a líderes latinoamericanos, como los presidentes de Argentina y El Salvador, Milei y Bukele, los ultraconservadores estadounidenses buscan captar el voto de la comunidad hispana –que supera los 62 millones de personas en el país– en este año electoral en Estados Unidos. “Tenemos que hacer un mejor trabajo al comunicar nuestro mensaje a la comunidad latina, decirles que son bienvenidos a nuestra coalición”, explicó a Telemundo Mercedes Schlapp, investigadora senior de la Fundación de la CPAC.
Milei y Bukele no son los únicos líderes latinoamericanos que tomarán la palabra en la CPAC. Los conservadores estadounidenses han puesto en marcha su maquinaria electoral y también han invitado al activista ultracatólico y productor de cine, Eduardo Verástegui, que fracasó en su intento de presentarse a las elecciones mexicanas. Su plataforma política, que promovió el lema “Dios, patria y familia”, no recabó los apoyos necesarios.
Representantes brasileños y mexicanos
Otro de los participantes será Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño y diputado federal del país suramericano. Su padre fue la estrella internacional invitada en el encuentro que se celebró el año pasado en Washington. En la última edición, los dos expresidentes cuestionaron el resultado de las elecciones que les impidió renovar su cargo. Tanto Trump como Bolsonaro sembraron las dudas sobre los comicios que perdieron en sus países de origen. Por los presuntos intentos de aferrarse al poder de forma antidemocrática, los dos líderes políticos están siendo investigados. El político brasileño ha visto cómo recientemente la policía le ha acusado de planear un golpe de Estado con el objetivo de anular el resultado electoral que dio la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva.
Por su parte, el líder republicano, quien encabeza todas las encuestas como candidato de su partido para las elecciones de noviembre, también tiene varios procesos judiciales abiertos, dos de ellos por asuntos electorales: uno por intentar revertir la victoria de Joe Biden en 2020, y otro en el que está acusado de interferir en las votaciones del estado de Georgia.
Durante décadas, esta conferencia fue un espacio de debate de ideas de la política conservadora estadounidense. Sin embargo, ha ido evolucionando conforme Trump ha ido ganando presencia en el partido. David Kochel, estratega de la campaña presidencial del republicano Mitt Romney en 2012, explicó a The New York Times que este evento se ha convertido en “una máquina de crear contenidos para el ecosistema mediático de la extrema derecha» estadounidense.
Un evento “trumpificado”
Rebecca Sandersand y Laura Dudley, investigadoras de la Universidad de Cincinnati (EEUU), detallan que esta conferencia, al igual que lo ha hecho el Partido Republicano, se ha “trumpificado por completo”. Se ha pasado de debatir sobre “el libre mercado, la restricción fiscal, la seguridad nacional y el moralismo cristiano”, a asumir “lealtad” a la agenda del expresidente, centrada en el movimiento Make America Great Again, tal y como exponen en un ensayo en el que analizan el populismo patriarcal que se ha desplegado en las últimas ediciones de este evento.
“No creo que la mayoría de los asistentes sean conservadores. Creo que son populistas”, reflexionaba en la televisión pública estadounidense Al Cardenas, expresidente de la Unión Conservadora Americana. En la misma línea, sostenía que este evento está dirigido a “negacionistas electorales”. Entre los asistentes, hay nombres muy vinculados al ecosistema Trump, como su nuera, Lara Trump, o su exasesor, Stephen Bannon, que ha sido uno de los promotores del bulo del pucherazo electoral en 2020.
Abascal, uno de los pocos intervinientes europeos
La agenda, que arrancó este miércoles, intercala paneles temáticos centrados en los ejes de la campaña de Trump con la intervención de líderes políticos. Por ejemplo, este jueves, antes de que Bukele se dirija a los asistentes, están programadas varias mesas o ponencias publicitadas con estos encabezados: ‘Dios ama la justicia’, ‘a toda Hungría: detener a Georgey Soros’(sic) o ‘¿pelea de gatas? Michelle contra Kamala’.
El viernes tomará la palabra Abascal. Es la primera vez que el líder de Vox interviene como participante en esta conferencia. Aunque ya había acudido previamente, siempre lo había hecho como público. Junto al presidente del partido español de extrema derecha, también han viajado a Washington el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, y el eurodiputado Hermann Tertsch, según informan varios medios.
Abascal, además, será uno de los pocos líderes europeos que tomará la palabra. En esta edición, no figuran nombres como el de Giorgia Meloni o el de Marion Maréchal-Le Pen, que sí han participado en la CPAC en años anteriores. En cambio, entre los oradores sí figuran el principal impulsor del Brexit, Nigel Farage, y la ex primera ministra británica, Liz Truss.
Se prevé que el sábado sea el momento más destacado de este encuentro. Ese día intervendrá el último de los líderes de la derecha radical internacional que ha conseguido llegar al poder, el argentino Javier Milei. Trump, que espera beneficiarse de la ola ultraconservadora, se dirigirá a su público en un encuentro que ha conseguido capitalizar y en el que no participará la única rival que le mantiene en la disputa por el triunfo de la candidatura republicana, Nikky Haley, que sí intervino en la edición anterior.
Fuente: la marea.com