Las declaraciones del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y del primer ministro belga, Alexander de Croo, sobre la «indiscriminada» ofensiva de Israel en la Franja de Gaza molestó al Gobierno de Benjamín Netanyahu y abrió una crisis diplomática.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, realizaron este viernes 24 de noviembre una visita al cruce fronterizo de Rafah, entre Egipto y la Franja de Gaza. Desde allí, lanzaron críticas a la ofensiva que emprendió Israel en el enclave palestino luego del ataque de Hamás el 7 de octubre.
«Creo firmemente que tenemos que hacer un llamamiento a Israel para que cumpla con sus obligaciones en materia de derecho internacional», dijo Sánchez en una rueda de prensa junto a De Croo en el paso de Rafah, horas antes de la salida de los primeros secuestrados liberados por Hamás.
Asimismo, dijo que «ha llegado el momento para la comunidad internacional y para la Unión Europea de reconocer de una vez el Estado de Palestina».
Al inicio de una tregua que durará cuatro días, Sánchez también pidió “un alto el fuego humanitario duradero”. Y, aunque reconoció el derecho de Israel de defenderse de los ataques de Hamás, afirmó que debe hacerlo en el marco del Derecho Internacional Humanitario.
“Pero este no es el caso. La matanza indiscriminada de civiles inocentes, incluidos miles de niños y niñas, es totalmente inaceptable. La violencia solo conducirá a más violencia”, sostuvo el presidente del Gobierno español en una conferencia de prensa.
Por su parte, el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, condenó la destrucción de Gaza y dijo que “es inaceptable”. “No podemos aceptar que una sociedad se destruya de la forma en que se está destruyendo”, agregó.
Ambos se solidarizaron con el pueblo palestino y dijeron que llegaron a Rafah con un mensaje humanitario. “Muchos civiles han sido asesinados y, como suele suceder, las primeras víctimas son mujeres y niños. Hay familias y comunidades destruidas”, dijo De Croo.
Sin embargo, fueron enfáticos en su condena a los ataques de Hamás y también expresaron su solidaridad con las familias de los rehenes capturados. “El horror de Hamás es bárbaro y debe liberar a todos los rehenes para que regresen a sus hogares”, agregó el primer ministro belga.
Fuente: France 24hs