La propuesta ha sido impulsada en un clima de creciente tensión en el ámbito universitario relacionado con la invasión de Gaza por parte de Israel.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó este pasado miércoles para ampliar la definición de antisemitismo utilizada por el Departamento de Educación, una medida propuesta en reacción a las protestas propalestinas en universidades de todo el país. Una parte de los políticos estadounidenses acusa a los manifestantes universitarios de «antisemitismo», basándose en que lanzan lemas hostiles a Israel, gran aliado de Estados Unidos en Oriente Medio. Aunque en las manifestaciones en las universidades, entre consignas evidentemente antisemitas la mayoría se declaran antisionistas y no antisemitas; de hecho en muchos de los campamentos a favor de Palestina participan estudiantes judíos con consignas como «sionismo es racismo», separando su identidad judía de la actuación del Estado de Israel.
Pero finalmente la situación en los campus universitarios ha llevado a realizar la propuesta, conocida como proyecto de ley H.R.6090, que recibió un respaldo significativo en la Cámara, con 320 votos a favor y 91 en contra (entre estos últimos entre estos se encuentran 70 demócratas y 21 republicanos)
El proyecto de ley H.R.6090 tiene como objetivo principal adoptar la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), un grupo sionista que incluye como antisemita que se afirme que los judíos estuvieron involucrados en el juicio y ejecución de Jesucristo.
El contenido de la propuesta aprobada puede suponer de facto declarar como antisemitas los cuatro Evangelios, lo que ha desatado una intensa polémica y generando reacciones encontradas en todo el país.
La medida plantea importantes interrogantes sobre la censura a la libertad de expresión, las relaciones entre Estados Unidos e Israel, y si la interpretación de textos religiosos se sale de las atribuciones del ámbito político.
Para entrar en vigor, esta medida aún debe ser adoptada en el Senado, donde su futuro es incierto, y posteriormente promulgada por el presidente Joe Biden. De convertirse en ley, el Departamento de Educación podría revocar becas federales de investigación y otros fondos a las universidades que no combatan el uso de cánticos considerados antisemitas.
Reacciones a la medida
La aprobación de esta medida ha generado una fuerte reacción en todo el país. La viabilidad de la ley en el Senado, controlado por los demócratas, es incierta, y su interpretación en la práctica es objeto de un acalorado debate, reflejando las profundas divisiones en la política estadounidense hacia Israel y los derechos de la Primera Enmienda.
El representante demócrata por Nueva York, Jerry Nadler, reconoció el problema del antisemitismo al mismo tiempo que criticó el proyecto de ley por considerarlo «demasiado amplio». «No hay excusa para el fanatismo, las amenazas o la violencia dirigida contra nadie, en ningún lugar, y es imperativo que nos enfrentemos a la plaga del antisemitismo, y el Congreso puede ayudar, pero esta legislación no es la respuesta. El discurso crítico con Israel por sí solo no constituye discriminación ilegal. El proyecto de ley es demasiado amplio», aseguró durante su intervención.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) pidió a los legisladores oponerse al proyecto al considerarlo innecesario debido a que las leyes federales ya prohíben la discriminación y el acoso de carácter antisemita, y que podría coartar la libertad de expresión en las universidades.
La Casa Blanca, por su parte, mostró su total apoyo a la legislación, destacando que se trata de un esfuerzo del presidente Joe Biden para crear la «primera Estrategia Nacional de Lucha contra el Antisemitismo».
La representante Marjorie Taylor Greene expresó su preocupación al respecto, afirmando que “el antisemitismo está mal, pero hoy no votaré a favor de la Ley de Concientización sobre el Antisemitismo de 2023 (HR 6090) que podría condenar a los cristianos por antisemitismo por creer el relato del Evangelio”.
Además, críticos como Lauren Witzke, excandidata republicana al Senado en Delaware, han manifestado su desacuerdo con la medida, argumentando que “el Congreso vota que el ‘discurso de odio’ de la Biblia sea ilegal. ¡Supongo que los veré a todos en la cárcel!”
Incluso uno de los autores principales de la definición de antisemitismo de la IHRA, Kenneth Stern, ha estado advirtiendo por años el peligro de usar tales definiciones para determinar qué es antisemitismo. Para él la definición que adoptó IHRA y que ahora la Cámara Baja quiere usar como marco para definir antisemitismo fue creada para ayudar a los gobiernos a recopilar datos sobre el antisemitismo y «nunca tuvo la intención de ser una herramienta para atacar o enfriar el discurso en un campus universitario», dijo semanas atrás en Stern en una entrevista con New Yorker.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL