La norma aprobada permite a los padres decidir libremente qué contenidos de educación sexual convienen o no a sus hijos.
La congresista de la bancada de Renovación Popular, Milagros Jáuregui de Aguayo, celebró el pasado 12 de junio la aprobación de su Proyecto de Ley N° 7579 en la Comisión de la Mujer y la Familia que preside.
La norma aprobada permite a los padres de familia decidir qué contenidos de la denominada educación sexual integral convienen a sus hijos.
El Proyecto de Ley N° 7579 aprobado se basa en la libertad de conciencia, refiriéndose al derecho que corresponde a los padres de decidir sobre la educación de sus hijos en el sensible aspecto de la sexualidad.
Jauregui de Aguayo argumenta que de no existir esta norma se “vulnerarían sus convicciones personales (de los padres) generadas a partir del criterio de conciencia y que pueden provenir, también, de profesar determinada confesión religiosa o creencia moral», resaltando la importancia de la responsabilidad y deber de los padres en la educación del menor.
El texto propuesto modifica el artículo 5 de la Ley General de Educación (Ley 28044), especificando que los padres puedan elegir el tipo de educación según sus convicciones morales y religiosas.
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Debate por esta norma
La propuesta generó un debate sobre el papel del Estado en la educación sexual de los menores y los derechos de los padres en la educación de sus hijos.
Por otro lado, al ser Milagros Jáuregui pastora evangélica, se le ha cuestionado este proyecto de ley alegando que, aunque su objetivo es “reconocer el derecho” de los padres de familia a elegir la educación sexual que reciban sus hijos, en realidad está motivado únicamente por las «ideas religiosas» de la fe que profesa.
La parlamentaria cristiana ha respondido que el proyecto de ley sobre educación sexual en colegios responde “al sentido común como madre”. Aseguró que está de acuerdo con que se enseñe educación sexual, pero de una forma correcta ya que es un tema extremadamente sensible y considera que puede “abrir una puerta muy peligrosa para los niños”.
“Los chicos tienen que estudiar y prepararse sexualmente, pero se podría hacer en medio de un seminario. Estar tocando el tema sexual con personas que quizás no tienen valores como lo tienen los padres es poner en peligro a los hijos” continuó explicando en sus declaraciones.
Diversas organizaciones y políticos se han manifestado contrarias a la iniciativa legislativa que defiende el derecho de los padres de familia a elegir la educación sexual que reciban sus hijos, porque consideran que “podría limitar el acceso de los menores a una educación sexual integral”, entendiendo que el Estado es quien decide qué educación sexual reciben los niños, estén o no de acuerdo con los valores de sus padres (y por lo tanto arrebatándoles a estos el derecho a jerecer de educadores de sus propios hijos). Una postura de estos opositores al proyecto de Ley que coloca lo que llaman «derechos del menor» en la educación sexual (basándose en la visión del Estado) por encima del derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos en los valores que crean convenientes.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL
