A veces se hace referencia a Janucá (también Jánuca) o Fiesta de las Luminarias como la Navidad judía, pero eso es incorrecto. Esta celebración del judaísmo no tiene nada que ver con el nacimiento de Jesús, sino que conmemora la liberación del dominio griego y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén.
La Janucá o Jánuca12 (en hebreo, חנכה o חנוכה ḥanukka; en hebreo tiberiano, חֲנֻכָּה o חֲנוּכָּה ḥănukkā ‘dedicación, iniciación’ ( escuchar)), también conocida como la Fiesta de las Luces o Luminarias (en hebreo, חַג הַאוּרִים Ḥag HaUrim) y antiguamente como la Fiesta de las Lámparas (en hebreo, חג המאורותs)3, es una festividad judía que conmemora la reedificación del Segundo Templo de Jerusalén y la rebelión de los macabeos contra el Imperio seléucida. Celebrada durante ocho días, la festividad de Janucá data de la época de la hegemonía helénica en el levante mediterráneo (más concretamente, en Judea), que comienza con las conquistas de Alejandro Magno el año 332 a. C., Tras su muerte, el vasto imperio quedó en manos de sus generales —que entraron en conflictos bélicos entre sí—, por lo que siglos después los griegos seléucidas pretendieron hacerse con el dominio de la región, como puede leerse en los libros de I y II Macabeos, donde esta festividad conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos de la dinastía de Seleuco,4 y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo ii a. C.
Periodico UNO