Los evangélicos forman parte de un grupo compuesto por 120 capellanes de diferentes religiones que están presentes en Paris.
En estos Juegos Olímpicos de París, 120 capellanes de cinco religiones diferentes están presentes en la carpa del “Centro Multireligioso” ubicado en la Villa Olímpica, un espacio para abordar las necesidades espirituales de los miles de deportistas que competirán en el magno evento.
La Villa es considerada el epicentro de las Olimpiadas, una “miniciudad” situada en el distrito de Saint-Denis, a orillas del Sena y muy cerca del Stade de France. Allí, los capellanes atenderán hasta el final de los Juegos, incluyendo los Paralímpicos que culminan el 8 de septiembre.
El denominado “Centro Multireligioso” incluye un área de recepción y cinco salas pertenecientes a cada una de las profesiones de fe presentes: cristianismo (católicos, ortodoxos y protestantes), judaísmo, hinduismo, budismo e islam, de acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI).
Los deportistas, entrenadores y demás personal tienen la oportunidad de orar, asistir a servicios y hablar con los capellanes a diario sobre una variedad de temas, incluidas las preocupaciones sobre la salud mental, las competencias perdidas y los conflictos globales en curso.
La prensa mundial destacó que, en la última edición previa a la pandemia, las solicitudes de capellanes olímpicos superaron las 8.000, un dato resaltado en estos juegos para recordar la importancia de dichos roles.
“No somos ni su entrenador, ni su familia, ni su apoyo financiero. Lo más importante es que sientan un oído atento y que podamos guiarlos, bajo el soplo del Espíritu Santo”, destacó Anne Schweitzer, capellán evangélico.
Por su parte, un representante de la iglesia católica Jason Nioka, ex campeón de judo convertido en presbítero dijo a medios internacionales que los capellanes “necesitan traer (a los atletas) de vuelta a la tierra, porque puede sentirse como el fin del mundo después de trabajar en este objetivo durante cuatro o cinco años”.
La Villa Olímpica cuenta con 72 edificios y ofrece además de la atención espiritual, todo tipo de servicios para las personas provenientes de 206 países.
